El frío llegará pronto y por eso debes ir equipando tu casa, para que no aparezcan pingüinos a ver la tele con vosotros. En FerreteriaGPC.com os queremos ayudar a encontrar la fórmula de calefacción que mejor se adapte a vuestras necesidades, por eso os contamos los beneficios de cada tipo en esta entrada. ¡Empezamos!
- Calefactores. Es la opción más básica y la mejor si lo que queréis es un complemento que ayude a aumentar algo la temperatura de tu casa con otro tipo de calefacción (por ejemplo para una estancia que no se utilice frecuentemente), pero no sirven para calentar una casa completa. Dentro de los calefactores hay tres tipos: de barras (cuarzo o halógenos), de aire caliente y los braseros eléctricos. De cada uno de ellos hay múltiples opciones y formatos (salvo de los braseros eléctricos): verticales, horizontales, para colgar... Pero insistimos, sólo son para estancias pequeñas o para complementar con otro tipo de calefacción.
- Estufas de gas. Son como las típicas estufas de butano pero mucho más mejoradas. Se denominan como estufas de llama azul y calientan mediante la convección del aire, calor similar al de un
calefactor. Poseen un controlador de CO2 que apaga la estufa en caso de peligro.
- Estufas de pellet. Estás estufas son fáciles de instalar. Sólo necesitan una salida al exterior por donde salga el humo. Su funcionamiento hace que se duplique el poder calorífico de la madera. Además se pueden programar. Y sin contar con el bajo coste del pellet, que os ayudará a ahorrar en la factura del gas. El volumen de calefacción es para estancias de hasta 230 m2. Como elemento negaativo podemos destacar la suciedad que puede provocar el hollín.
- Estufas panadero. Son parecidas a las anteriores, pero a su favor tienen un menor consumo aún. El volumen de calefacción es parecido y la diferencia estriba, además de la reducción de consumo, en que se puede utilizar pellet, hueso de aceituna o cáscara de almendra.
- Emisores térmicos. Son radiadores elécctricos que pueden ir instalados en la pared o exentos con soportes especiales. Los cuerpos son de aluminio inyectado, lo que facilita el mantenimiento del calor. Además, se pueden programar de manera diaria y semanal, e incluyen programas personalizables. Son idóneos para un piso no muy grande.
- Estufas de leña. A diferencia de las estufas de pellet o panadero, estas utilizan madera natural. Casi todos los modelos incluyen un horno superior que se puede utilizar para cocinar, con el ahorro que ello conlleva. Su potencia calorífica es de las más elevadas.
¿Ya te has decidido sobre el tipo de calefacción que más te conviene? Perfecto, ahora ya sólo queda que realices tu pedido en nuestra tienda online.
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